miércoles, 25 de agosto de 2010

La ventana de oportunidad...

Es un término conocido en el ámbito de la Ciencia Política, sobre la que se ha escrito mucho, y que algunas personas (pocas, pocas en general, políticos incluidos) saben utilizar sabiamente. ¿Recuerdan los lectores el famoso cuaderno azul del ex-presidente Aznar? Rápidamente salía por su boca aquello de "éso no toca ahora". No hay expresión más simple para definir lo que es una ventana de oportunidad.

Pues bien, ayer mismo, yendo de compras al hiper con mi mujer para reponer las vacías baldas de los armarios de la cocina, oímos en la radio, concretamente en la cadena SER edición local de Bilbao, una conversación entre una periodista de esa cadena y el Alcalde de Bilbao, señor Azkuna. Aunque nosotros en el coche íbamos en una pequeña caravana ( es decir, que no íbamos a la velocidad de crucero que a mí me gusta llevar ) comentando precisamente la relajación general del conductor promedio de agosto en Euskadi, que apenas si necesita correr, sin presiones de furgonetas de reparto necesitadas de acelerar las entregas pendientes de mercancía, el tono del señor Alcalde en la radio iba subiendo progresivamente, pregunta tras pregunta de la periodista. Aquello ya nos hizo "pegar la oreja" a la conversación que hasta el momento venía a ser poco más o menos lo de siempre, que si las fiestas son mejores o peores, que si más gente, que si el tiempo acompaña, vamos, lo típico de cualquier Semana Grande bilbaina. Pero las preguntas ya no eran de ese tipo y el Alcalde comenzó a mosquearse.

Le preguntaba por la izada de banderas...por la prohibición o no de las corridas de toros...por el botellón de jóvenes junto al Guggenheim en plenas fiestas...Vamos, que Azkuna explotó, y a mi juicio con razón. Su argumento se apoyó precisamente en el concepto de ventana de oportunidad, que la periodista no supo entender. Ahora no toca hablar de esos problemas. Si estamos en fiestas, si queremos vivir unos días relajados y sin dejar aparecer en nuestras mentes los problemas que nos acucian a diario, ¿por qué tenemos que traerlos continuamente del destierro temporal al que los hemos enviado? ¿Por qué politizar el momento? ¿No hay otros foros más adecuados para tratarlos? Seguro que sí, nada menos que 358 días al año, una vez restada la Semana Grande.

Sinceramente yo habría actuado igual que Azkuna con respecto a las preguntas de la periodista. Intento practicarlo en mi propia vida, no preguntando aquello que me dice mi instinto o mi experiencia o ambas cosas, que no es el momento, y que voy a causar tal desasosiego en el interpelado que muy probablemente salga con evasivas o con un conjunto de truenos lanzados por su boca que no me agradará oir.

Y a la periodista le diría que piense un poco más en su audiencia, y en el momento que está viviendo esa misma audiencia. ¿De verdad cree que le interesa a alguien que le pregunten al Alcalde por el botellón del Guggenheim cuando a lo largo del recinto festivo hay un botellón gigante "legal" de txoznas...? El alcoholismo de los jóvenes es ya un problema muy importante que debemos afrontar de una vez por todas, pero precisamente en plenas fiestas, donde corren ríos de alcohol por todas partes, no puede darse el caso de que la ventana de oportunidad esté abierta para hablar sobre ella. Tome nota la periodista, guarde el asunto en su cuaderno azul y vuelva a la carga dentro de un par de meses, en plena campaña electoral para la alcaldía...Ahí estará abierta de par en par y toda su audiencia deseando escuchar la opinión del señor Azkuna y sobre todo de lo que pretende hacer para resolverlo. Paciencia, mucha paciencia...que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio.

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