domingo, 18 de diciembre de 2011

Transparencia (2): hablemos de funcionario/as.

Me quedé con hambre investigadora, una vez que tuve en mis manos esa gran montaña de datos que me proporciona el actual nivel de transparencia de las Administraciones Públicas españolas. Y a raíz  de la polémica levantada por el presidente de la CEOE la pasada semana se ha abierto un debate en LINKEDIN dentro del grupo Administración Inteligente, acerca del coste real de mantener a tanto funcionario y funcionaria ahora que estamos tan mal, pasando las penas del Purgatorio, e incluso alguno/as ardiendo en medio de las llamas del Infierno. Las intervenciones son realmente muy interesantes y arrojan luz sobre los males que afectan a la Administración, la falsa impresión de que los sueldos son elevados (en términos generales) comparados con los del sector privado y sus posibles causas. Creo que es interesante dirigir a los lectores si tienen interés en ampliar la información que aquí muy resumidamente aporto (ir al debate).

Pero volviendo a los datos municipales de Bizkaia y enlazando con el debate sobre los gastos de personal del funcionariado en nuestras Administraciones Públicas Locales, he obtenido el siguiente gráfico que puede ser muy ilustrativo:

Elaboración propia a partir de datos de 2009 del Ministerio de Economía y Hacienda.

Podemos observar en color azul el ratio de gastos de personal frente a gastos totales. Ha sido enormemente llamativo observar cómo los municipios medianos (nº de concejales entre 17 y 25) alcanzaban tasas cercanas al 40% de gasto total en empleados públicos. Curiosamente Bilbao rompía la tendencia y aunque no lo puedo aseverar, quizá tenga que ver con el número de sociedades municipales que tiene en su órbita, y por tanto, consolidadas presupuestariamente pero ya en otras partidas (transferencias corrientes y de capital  , ya no recibidas, sino emitidas hacia esas sociedades entre otros destinatarios, por un monto cercano a 130 millones en 2009). Es decir, que bien podría tratarse de un ejemplo de lo que se conoce como externalización de servicios públicos, que sólo tiene reflejo en la propia Diputación Foral.

Ahora bien, las cifras parecen penalizar a los ayuntamientos medianos, como más gastadores en su personal. Como no me cuadraban los números, sobre todo, por la enorme diferencia encontrada entre unos y otros, de hasta 3 veces más entre municipios muy pequeños y municipios medianos, pasé a analizar los datos de acuerdo con la clasificación funcional, es decir, "para qué" están gastando los muncipios, con qué objetivo. En este caso, apareció una columna relacionada con los programas de gasto de protección civil y seguridad ciudadana, que en muchos de ellos aparecía con valor cero. No se trataba de un error puesto que al conocer a quién le correspondía, siempre aparecía un municipio pequeño o muy pequeños. Parece que la clave se encuentra en esa columna, ya que ni tienen policía municipal, ni protección civil ni mucho menos un cuerpo de bomberos. De modo que preparé un dato corregido de gastos de personal, descontados los gastos imputados a programas de protección civil y seguridad ciudadana (admito que alguno de esos gastos son también de compras de vehículos especializados y de funcionamiento propio de la policía municipal y de bomberos, pero el grueso siempre son los gastos de su propio personal). Con ese dato corregido, la comparativa es mucho más homogénea, situándose casi todos los municipios en torno al 20% de su gasto total empleado en pagar a sus funcionario/as.

¿Es mucho o es poco? Pues como siempre, depende de la satisfacción de la ciudadanía con la prestación de los servicios que realizan esos funcionario/as. Pero al menos, sabemos ya, gracias a la transparencia (publicidad de datos económico-presupuestarios de las cuentas municipales) qué cuesta o mirándolo desde el otro punto de vista, qué nos ahorraríamos si prescindiéramos de ellos. ¿Lo haría más barato la iniciativa privada? Lo dudo mucho, ya que aquí no tenemos que pensar en ningún beneficio empresarial. Porque si algo debe quedar muy claro a los lectores es que no está demostrado que la iniciativa privada lo haga mejor que la pública en aquello que hace la pública.

Aún así, queda por averiguar cómo repartimos esos costes de personal funcionario entre los ciudadano/as de cada municipio. Y para eso, no hay como hacer una división del gasto de personal entre los habitantes de cada pueblo. Aquí vienen los datos:

Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Economía y Hacienda.
En promedio, vemos que un ciudadano de Bizkaia, si no tenemos en cuenta el pueblo en el que vive y paga sus impuestos, está soportando con unos 400 euros/año los gastos del personal de su ayuntamiento. Si lo miramos segmentado por tamaño en población del municipio, aparece otro dato significativo. Los municipios muy pequeños cargan a sus habitantes con casi 250 euros más por habitante y año. Tal vez sea poca gente para una estructura municipal demasiado grande, pero debe quedar claro que son los habitantes de cada municipio los que deben conocer en detalle cuánto les cuesta anualmente a cada uno de ellos, y si por tanto les compensa el esfuerzo extra.

En resumen, datos para la reflexión y análisis. Por supuesto, que si alguien quiere información detallada a nivel municipal del año 2009 puede pedírmela. Si hubiera interés podría hacerla pública a través de Google Docs. Todo sea por la transparencia, el conocimiento de causa, y en definitiva, la mejora de los servicios públicos.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Transparencia, asignatura olvidada de nuestros políticos

Me encontré con una mención a la página de Transparencia Internacional España en las jornadas de la 3ª Conferencia sobre Calidad y Sostenibilidad de los Servicios Públicos, que ha tenido lugar en Bilbao, los pasados 29 y 30 de noviembre, en la que mencionaba la nueva relación actualizada de índice de transparencia municipal, y recordé que Bilbao había sido una de las ciudades premiadas, dentro del top 100 (5 ciudades se han salido...literalmente, dándose con el techo...quizá haya que ampliar en altura la casa de todo/as...).

Y me picó la curiosidad, y mucho más cuando leí, también por pura casualidad, el artículo de María Dolores Guillamón López, Ana María Rios y Cristina Vicente, de la Universidad de Murcia, titulado "Transparencia financiera de los municipios españoles. Utilidad y factores relacionados", publicado en la revista Auditoría Pública, nº 55, pp. 109-116. Me pareció muy interesante, ya que aprovechando la información del índice de transparencia de años anteriores, decidieron ir un poco más allá y explotar los datos que tan "transparentemente" nos ofrecen a los que queramos investigar. Y para ello utilizaron 5 variables:
- La ideología del alcalde: progresista/conservador.
- La fortaleza de ese gobierno municipal, utilizando el índice de Herfindahl (apunto a Wikipedia para quien quiera ampliar información), que viene a recoger el número de concejales de cada partido frente al total. A más  partidos con representación, más fragmentado el consistorio y más cercano a 0 el valor del índice. En el caso hipotético de mayoría absoluta y sin oposición, sería un valor de 1.
- El gasto total per cápita, es decir, total de gasto municipal entre toda la población registrada.
- Las transferencias recibidas per cápita, es decir, los ingresos recibidos del Estado, Unión Europea, Comunidad Autónoma, etc repartido entre toda la población registrada.
- La tasa de desempleo municipal anual.

Con toda esa información referida a 2008-2009-2010, las investigadoras concluían que los municipios gobernados por partidos progresistas son más transparentes que los gobernados por conservadores. Que a mayor fragmentación del gobierno local, mayor transparencia (ya intuíamos que las mayorías absolutas obstaculizan la apertura informativa...), que el gasto total per capita es superior en los municipios más transparentes, y que reciben más transferencias. Respecto al nivel de paro, no queda tan clara ninguna correlación entre transparencia municipal y su tasa de desempleo. Piden finalmente las investigadoras que se amplíe el índice municipal de transparencia a más ayuntamientos, y yo realmente pido que se amplíe a todos.

 Pero mientras esto llega, me he animado a utilizar las fuentes indicadas en el artículo, y que para mi sorpresa permite los datos de todos los ayuntamientos de Bizkaia (a excepción del Ayuntamiento  Abanto y Ziérbena, que no comunica los datos al Ministerio de Economía...). Como en el índice de transparencia actualmente publicado sólo aparecen Bilbao, Getxo y Barakaldo, he dirigido mis propias investigaciones hacia esas mismas variables relacionadas con el tamaño en población del municipio (los ayuntamientos los he agrupado por tamaño de población de acuerdo al número de concejales que componen el consistorio), y esto para los 112 municipios del Territorio Histórico de Bizkaia, obteniendo alguna conclusión interesante que paso a exponer a partir de este gráfico que he preparado:


Como puede observarse hay una clara tendencia a disminuir el gasto per cápita y también las transferencias corrientes y de capital recibidas por los ayuntamientos, conforme aumenta su población. El número de concejales del Ayuntamiento me ha servido como concepto de agrupación de acuerdo con rangos de tamaño de población, sin tener en cuenta para nada el tamaño del municipio, algo que tampoco tiene en cuenta la legislación vigente, que no corrige el número de concejales cuando el municipio es considerablemente extenso o con polarización de asentamientos de población. Queda también bastante clara la capitalidad de Bilbao, único municipio con 29 concejales. El último dato es el promedio municipal del Territorio Histórico de Bizkaia, a efectos comparativos, simplemente.

Es decir, que cuanto más pequeña es la población del municipio más gasta el consistorio en cada uno de sus ciudadanos allí empadronados, y más recibe en forma de transferencias de otras Administraciones Públicas (salvo una pequeña anomalía para los que tienen 11 concejales en cuanto a gasto total por habitante). Algo ha quedado claro al menos gracias a la transparencia de los datos recogidos en las liquidaciones presupuestarias, es decir, en las cuentas finales, que fin de cuentas, y valga la redundancia, es lo que nos tiene que importar y no tanto la fase de presupuestación, que es la que siempre resuena en los medios de comunicación (ampliaré en otro post algo más esta idea).

Otro gráfico que he obtenido tiene que ver con el famoso índice de fragmentación política del consistorio y de su relación con la transparencia. Aquí os lo muestro:

Datos del Territorio Histórico de Bizkaia tras las elecciones municipales de 2011. Elaboración propia.

¡Vaya! ¡Sí que es significativo lo que observamos! A menor número de concejales el índice de fortaleza (o su inverso, el índice de fragmentación política) aumenta, y por tanto la oposición se desdibuja y su influencia para hacer más transparente la acción de gobierno municipal también disminuye. Vemos que Bilbao ha quedado reforzado en 2011 con la mayoría absoluta de Azkuna si lo comparamos con los grandes municipios de Bizkaia: Barkaldo, Portugalete, Getxo. Ya veremos en esta legislatura si continúa por la línea que marcó el equipo de gobierno municipal del anterior mandato, el de la coalición PNV-IU/EB.

Parece ser que cuanto menos población tiene un municipio menos partidos políticos con representación tiene en el consistorio, y aparentemente al menos, más homogéneo es el modo de pensar político de sus ciudadanos. Pero por otra parte, si no hay "colorido político" en la oposición, más fácil es olvidarse de explicar lo que se hace, dónde se gasta y de quién se recibe lo que se gasta. Es cierto, también, que en municipios muy pequeños toda la gente se conoce, o debiera conocerse...y esto ayudaría en el camino de la transparencia, pero esta hipótesis debería ser demostrada. Por el momento, nos tenemos que quedar con los datos que aporto.

Como conclusión, por favor, exijamos transparencia en la actuación de gobierno, pero sobre todo, utilicemos la información que tenemos ya a nuestro alcance, hagámos nuestras cuentas de la vieja,  intantando extraer alguna conclusión, y a partir de ellas, decidamos, que para esos somos ciudadano/as con plenos derechos civiles, porque si no los usamos se nos van a oxidar.