jueves, 16 de febrero de 2012

Reforma bancaria o el cuento de la buena pipa...

¿Recuerdan su primera experiencia al escuchar de sus amigos o de sus parientes el cuento de la buena pipa? Qué mosqueo creciente, qué cara de indignación, qué sorpresa final...!!! Bueno, pues así seguimos algunos cuando escuchamos y leemos en los medios la noticia de la reciente aprobación de la enésima reforma bancaria por parte del Gobierno Rajoy (no he querido ponerle el ordinal "primero" para que no me tiemble el pulso y aumente mi ritmo cardíaco, de sólo pensar que pueda haber un segundo o tercero...).  Como el cuento de la buena pipa, más de lo mismo, es decir, nada de nada, vueltas y más vueltas a la noria, pero como el eje sigue anclado, no avanzamos, dejándonos bien clarito que no tienen más rumbo que el marcado por el mercado (interesante juego de palabras, figura literaria que tendrá algún nombre que ya no recuerdo). Claro, eso si el mercado supiera a dónde va, porque hoy nos cenamos con la noticia de una nueva caída de la bolsa española y en general europea, que castiga duramente a al sector bancario.

¿Pero por qué le castiga...ahora, si ya tenemos reforma secunda o tertia? Ni ellos mismos lo saben...Tal vez, y sólo digo tal vez, sea debido a la vuelta de los especuladores bajistas. ¿Se acuerdan de aquella medida socialista imitadora de otra alemana que prohibía las posiciones especuladoras a la baja mediante crédito? Llegan estos del PP y en menos de 2 meses de gobierno levantan las restricciones...Ah, me dirá alguno de ustedes, que no ha sido el gobierno, que ha sido la Comisión Nacional del Mercado de Valores...Bien, entonces si lo ha tomado esa medida por su cuenta, ¿por qué no han llamado a su Presidente para que comparezca y explique la medida ante los parlamentarios? Luego dirán qué razón (o razones y muchas) tenemos los ciudadanos de este país para decir que no nos representan. Sí de derecho, pero no de facto, y esto es una nueva muestra. Están...unos dormidos y otros mirando al techo del Congreso, pero lo que es, pidiendo explicaciones a quienes campan a sus anchas tomando medidas unilaterales que no nos ayudan en nada, a eso precisamente, no están. Viven, siguen viviendo en su burbuja. Pero lo que es por mí, que baje un 10 o un 20% hoy y mañana y pasado mañana, porque estos dirigentes de las cajas rancias y decadentes de España recién metamorfoseados en banca "noveau cartoné" tienen que purgar por lo que han hecho, tienen que ver cómo se hunde su entramado podrido de intereses cruzados basados en la especulación urbanística salvaje, tienen que sentir cómo se agujerean sus paredes, se rompen sus cristales y se revientan sus cajas fuertes vacías, llenas de telarañas.

Pero, por favor, la Izquierda no, no podéis apoyar estas medidas que no conducen a nada, no podéis pensar  que entrando en sus juegos de poder al frente de las consejos de dirección político-económica de los neo-bancos váis a conseguir algo más que ensuciaros y acabar siendo arrastrados al lodazal bancario. No debéis apoyar esa reforma bancaria, tenéis que proponer una nueva alternativa, algo que llegue al corazón del ciudadano  y de la ciudadana de a pie, esas personas que tienen sus pequeños ahorritos, que han sido engañados vil e irresponsablemente por los banqueros, incluyendo a directores y comerciales que no han tenido escrúpulos en hacer firmar deuda subordinada a personas mayores, a personas de baja cultura financiera (la mayoría) que depositaban toda su confianza en ellos. Si lo hacéis, si aceptáis ese juego, os acabarán corrompiendo también, os harán partícipes de su desastrosa actuación. Reflexionad y comprended que no vale "su" solución, porque sí que hay alternativa, pese a que nos quieran engañar una y otra vez diciendo que no la hay. Sí que la hay, y aquí vuelvo a proponerla por enésima vez o faltaría a la línea editorial fundacional de este blog:  siempre con propuestas.

La idea básica pasa por no volver a invertir ni un sólo euro de los presupuestos públicos en sanear esta banca herida de muerte. Es mejor que le demos la puntilla si queremos evitar más dolor al enfermo. Las reagrupaciones de cajas-neobancos no sirven para nada, salvo para alargar más el proceso terminal en el que se encuentran. Tenemos que extirpar de raíz el mal que alojan en su entramado institucional: cientos de miles de pisos y  viviendas de todo tipo supravaloradas que nadie quiere comprar a ese precio porque estamos en una espiral bajista en cuanto a intenciones y en un país en recesión con una cuarta parte de su población activa en paro. El artículo de los limones cuyo autor vio reconocida su teoría con un Premio Nobel de Economía puede ser muy necesario aquí para dar el lustre académico que necesita este post.

¿Qué podemos hacer por tanto con ese dinero público que no vamos a conceder al enfermo terminal bancario? Muy sencillo: fundar un gran banco estatal, o caja o como quieran denominarlo. Con decenas de miles de millones bien dirigidos, capitalizado hasta las cachas, y gobernado por auténticos profesionales, independientes, rindiendo cuentas de sus actuaciones ante los representantes políticos del Congreso y del Senado, comprarán todo el exceso de parque de viviendas nuevas no vendidas con una quita del 30% aproximadamente (la sobrevaloración actual). Con esa inyección de liquidez y sin el lastre que suponen esos activos sin salida, la banca comercial que sobreviva podrá dedicarse a lo suyo y no a la especulación, dejando por fin de provisionar sin saber cuándo podrá dejar de hacerlo, volviendo el crédito a la industria y al comercio, ya que se habrá parado la espiral descendente en los precios. ¿Por qué? Porque inmediatamente el nuevo Banco Nacional se dedicará a alquilar esas viviendas a desahuciados temporales producto de la crisis, del paro y de la subida de tipos, o a venderlas a precios atractivos mediante hipotecas populares que puedan pagarse en lo que te quede de vida, como si fuera un pequeño alquiler.

La paz social podrá instalarse de nuevo entre nosotros y nosotras, una paz social más justa y equitativa, una auténtica paz social que abrirá el camino al empleo y a un futuro prometedor, donde los especuladores no tengan espacio social. Pese a este gobierno, sí hay alternativa, sí que hay esperanza.