domingo, 5 de agosto de 2012

La máquina de destruir dinero...

Mis conocimientos de la teoria económica están siendo puestos en un brete ante lo que vengo observando en los últimos meses, que no coinciden sólo con la etapa del gobierno Rajoy. Efectivamente, este último ha metido la directa en su loca carrera a ninguna parte, que ya comenzó con los últimos estertores del gobierno Zapatero en 2011, tras el brusco cambio de mayo de 2010, el del reconocimiento oficial de la gravedad de la crisis bancaria->financiera->económica->social. Fíjense en el sentido de las flechitas y cómo falta aún la gran flecha apuntando a la crisis política, puesto que aún vivimos de las rentas de las recientes elecciones generales de noviembre de 2011, que otorgó una mayoría absoluta al PP, legitimación completamente dilapidada en 7 meses de mal gobierno.

Pues bien, de todo lo que he estudiado en mi vida relativo a la intervención de los gobiernos para generar demanda, diseñando y desarrollando políticas anticíclicas que intenten evitar la parada de la economía productiva  y volver a  utilizar toda su capacidad, generando empleo y riqueza, es la intervención del banco central correspondiente el que más me ha subyugado. Recuerdo a este respecto un texto reciéntemente leído que me ayudó a completar un agujero de conocimiento, mejor dicho, de explicación razonada de lo que aprendí sobre la crisis económica de la República de Weimar a comienzos de los años treinta.

Les recordaré a los lectores que tras la Primera Guerra Mundial, el antiguo II Reich alemán, convertido en República, fue obligado por el Tratado de Versalles a compensar económicamente a las potencias vencedoras. La crisis del año 1929 hizo mella en la economía alemana haciendo imposible el pago de las cuotas anuales por esas reparaciones. Francia decidió unilateralmente invadir el Sarre, territorio poblado y rico de Alemania, con la intención de autocompensarse. La reacción inmediata de los teutones fue la huelga general en el territorio, y por mucho tiempo además. La producción cayó en picado, y sin nada de carbón que llevarse a territorio francés, su gobierno tuvo que claudicar y volver sobre sus pasos.

Ahora bien, cómo pudo sostenerse una huelga general de millones de trabajadores durante meses. Aquí es donde el autor del libro nos dice que las autoridades germanas decidieron poner en marcha la máquina de imprimir marcos con los que pagar a los huelguistas. Y fueron muchos, muchos millones de marcos. La hiperinflación posterior en la Alemania de primeros de los años 30 fue el resultado, y de ahí la llegada del partido nacional-socialista al poder un todo continuo.

Es indudable que el gran miedo de los actuales dirigentes alemanes a la inflación, y no digamos a la hiperinflación está bien escrito en sus genes económicos. Nunca más, seguro que se dicen interiormente, sin mencionarlo nunca, como una palabra tabú: "hiperinflación", o traducido a lenguaje popular "no pongamos nunca a trabajar a la máquina de imprimir billetes sin bases sólidas de crecimiento económico".

Al igual que contamos esta historia enclavada en Alemania, que puede extenderse a muchos otros países que lo han padecido también (Argentina en los 90 es un buen ejemplo), podemos citar los numerosos ejemplos de "activaciones" de la máquina de imprimir dinero (en adelante MID) en las que  pulsar el botón de puesta en marcha facilitó la recuperación económica y evitó el sufrimiento de grandes sectores de población.

Es cierto que es muy difícil controlar a MID, que nunca se sabe muy bien cuándo ponerla en marcha, a qué ritmo de producción utilizarla y sobre todo cuándo pararla, no sea que se desboque y cause mucho más estropicio que beneficio. Sin embargo, no era éste el motivo de este post, y revisando su título nos centraremos en otra máquina que parecía que no existía. Se trata de la máquina de destruir dinero (la llamaré MDD para facilitar la lectura). Sí, no la conocíamos, pero lo cierto es que está fabricada, con número de serie negativo y escrito en rojo, marca CE, diseñada por los ingenieros-económicos Draghi-Schäubel, y certificada por el FMI para ser utilizada en cualquier país-estado-territorio que tenga problemas económicos serios de la Unión Europea (en adelante Desunión Europea para ser más realistas).

El problema es que el manual de operaciones de MDD está escrito en alemán y por tanto, quien la quiera instalar y poner en marcha tiene que tener conocimientos amplios de esa lengua. Tal vez sea esa la razón por la que los ministros fogoneros encargados de su mantenimiento, Guindos y Montoro, se están viendo desbordados por los acontecimientos y no acaban de entender qué está pasando. Han acudido muchas veces a Bruselas, incluso a Frankfurt y a Berlin, para recibir formación especializada en la operación de MDD, pero algo se les escapa. Quizá el problema más importante es que no saben exactamente qué es lo que hace MDD con la economía. Les han dicho que la utilicen, que hace maravillas, que apenas consume energía política, tan sólo gasto en márketing (miles de horas de programación en los medios adictos para explicar las bondades de MDD y conseguir que los españolitos incautos no asalten los ministerios para pararla y devolvérsela a la Comisión Europea envuelta en papel higiénico).

Pero bueno, se preguntarán, qué mosca le ha picado al General para tomarla así con MDD. ¿Tan dañina es? Pero si es un regalo maravilloso, la panacea a nuestros problemas económicos, "la solución final" según palabras de Rajoy...Sí estoy de acuerdo en que es la solución final, pero para la muerte por inanición de todos nosotros. Intentaré a continuación explicarles la perversidad de MDD, y cómo puede tener efectos aniquiladores en manos de personas (ministros) inexpertas e insensatas.

En primer  lugar, un poco de teoría económica básica sobre la destrucción del dinero. La manera más sencilla de explicarlo es recordar a MID, creando dinero, dinero que fluye inmediatamente por la economía, que llega a las manos de empresas y ciudadanos, contribuyendo a que todos nos sintamos más ricos, o al menos, financieramente más seguros de que tenemos un sustento para iniciar nuevos proyectos, sean o no productivos. Ese es otro asunto espinoso, el de no saber si con el dinero nos fumaremos un porro, si nos iremos de vacaciones a Hawaii a todo lujo, o si nos dedicaremos a traer a España la Fórmula I dos veces al año o a traer al Papa cada dos por tres con los gastos pagados...En fin ese es otro tema. Pero volvamos al núcleo del asunto, la disponibilidad de dinero contante y sonante en nuestros bolsillos y en nuestras cuentas corrientes.

Cualquiera que viva en España ahora, y por extensión en Italia, Grecia, Irlanda o Portugal, puede sentir que está ocurriendo lo contrario. Cada día tenemos menos dinero en nuestros bolsillos, menos dinero en nuestras cuentas corrientes, las acciones que poseen algunos cada vez valen menos, y los valores inmobiliarios (pisos, lonjas, terrenos, pabellones industriales)  también pierden valor mes a mes, o simplemente nos desahucian y nos vemos en la calle, a la intemperie. Sobre cómo empezó ésto en Estados Unidos en 2007 ya sabemos algo, pero es evidente que allí no están como nosotros, pasándolo tan mal. Y comparando, comparando, he concluido que simplemente no han importado la máquina MDD para utilizarla allí, pese a que algunos ultraconservadores lo quieran hacer.

¿Cómo funciona MDD? Pues su  mecanismo es complejo y concienzudamente bien pensado por sus diseñadores:

- Obligar a provisionar y provisionar a los bancos, para que tengan en cuenta las pérdidas de valor de sus activos inmobiliarios. Cuanto más bajan, más tienen que provisionar (es decir, retirar de sus beneficios esos capitales, por si acaso...). Cuanto más provisionas, menos remanente tienes para prestar, para dedicarte a lo tuyo, al negocio bancario, y por tanto, peor lo pasan las empresas para conseguir créditos. Hacía tiempo que nadie obligaba a los bancos a ser tan extremadamente cautos, prácticamente a no trabajar, a su parálisis absoluta, que no conduce a ninguna parte. MDD comienza a trabajar a ritmo.
- Subir los impuestos de la renta a los trabajadores. Les retiramos un par de puntos en porcentaje de sus sueldos. La señal inmediata para los que se ven con menos sueldo es reducir sus expectativas de gasto aún más que el porcentaje reducido, "por si acaso".
- Subir el IVA con carácter general. Previamente hundimos al pequeño comercio que puede ser una vía de escape para el pago de ese impuesto, puesto que las grandes superficies son más fácilmente controlables. Cuanto más lo subes, más inflación "artificial" creas, lo que a la larga reduce la capacidad adquisitiva y por tanto, el encogimiento económico.
- Eliminar antes de tiempo las ayudas al carbón. Aumentas el grado de dependencia energética o puesto en negativo, disminuyes la capacidad de autoabastecimiento español, mediante un cierre desordenado y en desbandada de las minas. Territorios más o menos extensos se colapsan económicamente en un par de meses. Otro encogimiento económico más. MDD está trabajando a tope.
- Reducir los salarios a los funcionarios, y además, "interviniendo la paga extra". Lo mismo que antes hemos mencionado, menos capacidad adquisitiva, menos consumo, más encogimiento aún.
- Permitir que los precios de la energía para el consumidor final sean un auténtico agujero oscuro, donde la luz y los taquígrafos jamás pueden entrar. Cada vez pagamos más, sin saber nunca cuál es el precio real de producción, y qué beneficios reales están teniendo algunas grandes compañías.
- Recortar ayudas sociales a la dependencia, dejando en la calle a un amplios número de trabajadores, que aumentarán el porcentaje estratosférico de paro registrado y no registrado que existe en este país.
- Eliminar las ayudas a la investigación y desarrollo, dejando en el paro a los mejores cerebros del país, abandonando proyectos en los que ya se ha invertido importantes cantidades de dinero. MDD no estaba diseñada para hacerlo, nunca un alemán lo haría, pero en manos inexpertas...
- Asustar a los pensionistas con reducción de sus pagas mensuales. Tal y como vamos, será la siguiente medida en los próximos meses.
- Paralizar la obra pública. Más de lo mismo.
- Reducir el número de aulas en colegios públicos. Es decir, que como en cada aula tenemos algún maestro tutor al cargo, hemos de concluir que a menos aulas, menos maestros, que empezando por los interinos, irán a la calle. Nuevo encogimiento. MDD sigue trabajando sin parar, quemando billetes.
- Eliminando gasto sanitario mal definido, como por ejemplo, volviendo a meter en las habitaciones a más personas (como en los viejos tiempos de la Dictadura), cerrando plantas de hospitales y por tanto, enviando a la calle a más y más enfermeras interinas. Seguimos quemando dinero a espuertas.
- Dando la puntilla al sector de la Cultura, con un ataque directo mediante la subida del IVA del 8% al 21%. Está claro que MDD no sabía hacer esto, pero que los ministros-fogoneros han modificado la máquina para que haga estas cosas maquiavélicas. Lo que no saben es que MDD está aún en garantía, y que por tanto, si se alteran sus tripas, Dragi-Schäubel y la Comisión Europea se inhibirán de sus responsabilidad, y creo que con razón...
- Premiando a las malas Comunidades Autónomas, a las más endeudadas y peor gestionadas para que se endeuden aún más, de modo que MDD sigue trabajando a tope, con más y más intereses que se van por la chimenea.
- Premiando a los defraudadores con amnistías fiscales que no funcionan en tiempos de crisis. Estos proveedores de combustible para MDD han fallado y no han acudido a la cita. Son listos...

Y mientras tanto:

- Sostienen a los recientes bancocajas a base de inyecciones de capital en un pozo sin fondo que arrastra al resto al precipio financiero. Aquí MDD nos va a asfixiar con el humo de tanto billete como está quemando. Pobre efecto invernadero. Miles de millones de euro-CO2 a la atmósfera económica.
- Desprestigian con carácter general a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, cuando realmente debieran identificar a los culpables, porque no todas son iguales ni han hecho mal los deberes. MDD bloqueará a Andalucía y Cataluña en breve plazo.
- No hacen nada para evitar la fuga de capitales que no quieren ser quemados por MDD. No me extraña. Si yo tuviera algo que pudiera arder lo llevaría fuera de España, antes de que estos fogoneros me lo destruyan.

Remataremos con la frase final de Krugman a propósito de la economía de la depresión: "... los únicos obstáculos estructurales importantes para la prosperidad del mundo son las doctrinas obsoletas que pueblan la cabeza de los hombres."

Bien dicho, así que como única propuesta de este post propongo que devolvamos MDD a Bruselas y de paso que se vayan sus fogoneros Montoro y Guindos con ella, y que les quiten la licencia de operadores, por manipuladores e insensatos.




2 comentarios:

emme dijo...

Tenemos que sacar coraje de donde sea y salir todos a luchar para evitar que nos arrastren al abismo. A LAS BARRICADAAAAASSS!!!!!!!

emme dijo...

Ya es la hora! Mordor se acerca. Tenemos que sacar el coraje que tenemos escondido por ahí y salir a luchar para evitar que nos arrastren al abismo. A LAS BARRICADAAAASSSS!!!