lunes, 25 de octubre de 2010

Cumpliendo Kyoto...¡qué potra!

Hoy mismo, Último Lunes de Gernika ( las mayúsculas se las merece por mi Santa ), leo la noticia de que Euskadi cumplirá con Kyoto, es decir, nuestra parte de emisiones de gases de efecto invernadero se ha visto reducida lo suficiente como para cumplir con lo pactado. Y ésto, que podía haberme alegrado la jornada y quizá hasta la semana, ha venido en realidad a colmar la gota de mi paciencia en temas ambientales. Intentaré explicarme y así creo que entenderán lo de la potra, la chiripa o la purita casualidad en alcanzar los objetivos marcados en esa ciudad japonesa.

Desde hace años, ya bastantes, incluso antes de que peinara algunas canas que luzco en mi despoblada melena, me movilicé a favor de lo que comenzaba a llamarse el movimiento verde, que tanto impacto estaba causando en algunos importantes países europeos, especialmente en Alemania. Por mi proverbial timidez no soy muy dado a aparecer en sonadas, algaradas o como quieran llamarlo, con tintes de agitación de la mass media, que mis amigos de Green Peace practicaban entonces: Rainbow Warrior, caza de la ballena (nunca pesca, que son mamíferos, no peces), vertidos de residuos nucleares en el mar, suspensión de construcción de nuevas plantas nucleares...en fin, muchas actividades, muchas como para seguirlas todas de cerca.

La influencia que tenían en la ciudadanía de entonces era ciertamente pequeña, pero poco a poco, algo fue cambiando en nuestra forma de pensar y sobre todo de hacer. Quizá el mayor triunfo ha sido comprobar cómo las toneladas de residuos clasificados y así recogidos ha crecido sin parar. Me falta sin embargo, para sentirlas creíbles, conocer el monto total de toneladas consumidas, que proporcionalmente podria incluso haber sido superior a la cifra anterior. Es decir, que lo que importa son los ratios, los porcentajes, y no tanto las cantidades publicadas en forma absoluta, y de esa manera poder hacer un análisis objetivo de si las políticas públicas de concienciación están haciendo efecto o no.

Pero hay momentos en los que realmente la moral se viene a los pies al comprobar cómo quedan nuestras calles, las de movida nocturna, llenas de todo tipo de suciedad y residuos plásticos y vidrios rotos. Podrían decirme que la edad no perdona y que cuanta más edad menos perdonamos a los jóvenes, pero no es mi caso, así que me atrevo a hacer esa crítica. Me duele mucho más ver a una mozuela de 16 años tirar papeles al suelo camino del Instituto, que a los viejos roqueros escupir en el suelo. Los últimos cierran una época, y la primera es parte de un futuro que debiera ser prometedoramente verde brillante.

Pero si la ciudadanía en general ha cambiado, no creo que haya sido parecido en las clases políticas de Bizkaia, que son las que conozco. He conocido, y si sigo vivo en esta Tierra unos años más, seguramente conoceré a otros muchos más políticos. Y salvo honrosas excepciones, mi decepción respecto a su sensibilidad por los aspectos ambientales de las políticas que debieran diseñar y dirigir en su ejecución es enorme. Y es que hay algo que define y delimita claramente cuándo nos implicamos o simplemente colaboramos (para recordar qué diferencia hay entre ambos lean mi post anterior), que no es otra cosa que la sistematización de esa visión transversal de las cuestiones ambientales en todo lo que hacemos. Nos podremos certificar o no con una ISO-14001, dependiendo de si tenemos o no tenemos 2.000 euros anuales para abonar los costes de la auditoría externa de certificación (para cualquier Administración Pública es un coste irrisorio), pero lo que tiene que tener claro cualquier miembro de la clase política que esté al mando de alguna Consejería o Departamento Foral o incluso Ayuntamiento vasco, es que, o se implica, o se evidenciará que no tiene asumida esa visión de la Vida, del Planeta y del impacto de lo que puede hacer para mejorar el futuro de las generaciones venideras, es decir, que como dice mi Santa, habrá sido un "por aquí pasó María".

Y tengo muchos botones de ejemplo en mi costurero. Casi todos los he ido recogiendo por aquí y por allá, según los diferentes dirigentes políticos conocidos y desconocidos los iban perdiendo por el camino de sus diversos mandatos. Empezaremos por lo más sangrante, que ha sido la política del ladrillazo y de la hormigonera, sin dar un sentido a quien vendrá detrás para utilizar esos inmuebles. ¿Han visto ustedes las colas interminables de vehículos camino del Parque Tecnológico entrando por las mañanas y saliendo por las tardes?¿Cómo se pone el corredor del Txoriherri con atascos diarios pero interminables para quien tiene que recorrer en media hora lo que hace un sábado en 5 minutos? ¿No les pacere que es un sarcasmo ir a trabajar a un centro tecnológico de referencia con sistemas de transporte individuales y del siglo XX, contaminantes y antiecológicos?¿Cómo es posible que llevemos 20 años sin que el tren sea desviado unos centenares de metros (no más de un kilómetro, se lo prometo) para que cruce por el interior del Parque, en frecuencias altas a horas punta?

Y sigo...¿cómo es posible que estemos dando la tabarra, porque no tiene otro nombre, con la protección de Urdaibai, con disquisiciones entre filosóficas y divinas, sobre si un túnel en Autzagane tiene que tener dos tubos o uno sólo, mientras tenemos en Muxika una planta industrial de horrible impacto visual y contaminante en pleno corazón verde? ¿Pero alguien se puede creer que cuesta tanto trasladar esa factoría? Porque si alguien pensaba que yo iba a pedir su cierre está bien confundido. ¿Alguien ha valordado el coste del traslado?¿No creen ustedes que merece la pena que lo paguemos entre todos, que todos podamos disfrutar de la visión de esa valle sin que nos moleste el humo de sus chimeneas? Pues parece que nuestros políticos locales no lo han tenido en cuenta...Eso sí, al propietario de cualquier terreno o caserío en la zona "protegida" le acribillarán con exigencias y prohibiciones de todo tipo. Es que es muy fácil machacar al ciudadano de a pie, individualmente, uno por uno, enfrentado a la terrible Administración de turno que le toque (en mala suerte) con la que tratar. A veces me pregunto si los funcionarios colegas que trabajan en ese Patronato no tienen ganas de vomitar cuando tienen que firmar expedientes sancionadores de poca monta y si no se han planteado hacer una huelga de "informes técnicos caídos" para remover las conciencias de quienes firman las resoluciones sancionadoras.

Y continúo con mi críticas...¿Por qué no se han extendido las certificaciones de sistemas de gestión ambiental en las Administraciones Públcias?¿Por un mal entendimiento de lo que supone, por el esfuerzo en canalizar, alinear las políticas de todos los departamentos, incluyendo las de uno mismo? ¡¡Ay majos!! Es que ser coherente y ser persistente supone un gran desgaste, un gran esfuerzo y es costoso en horas de trabajo, en desvelos, en malos ratos viendo que no todo el mundo tiene la misma sensibilidad ambiental, que es hasta latoso estar recordando a diario que se apaguen las luces al salir, que se recicle el papel de escritorio, que se use el transporte público, y eso sin meternos en harina de verdad: que se traccione políticamente de la sociedad para hacerla más ambientalmente sostenible.

No me vale que nuestros Ayuntamientos hayan contenerizado las calles, que la Diputación haya puesto en marcha depuradoras de aguas residuales, o que limpie las playas...Es que todo éso se lo exige ya la ciudadanía, que es la que está traccionando de nuestra clase política. Porque cuando la ciudadanía es ignorante de lo que le conviene, "los otros" hacen de su capa un sayo. En nuestras manos está el evitarlo subiendo la presión de nuestras demandas de políticas públicas que incluyan siempre aspectos ambientales, como ya se hace con los de género. Está en nuestras manos y en nuestros votos. Mayo de 2011 se acerca, no lo olviden y actúen en consecuencia.

1 comentario:

Fan1 dijo...

PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.........(un estruendoso aplauso)