miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Y si no rescatamos a la banca...?

Hace unas semanas expuse mi opinión sobre la charlatanería de los componentes del Gobierno Rajoy. La entrevista del ministro De Guindos le ha situado en cabeza de esa especial liga de la incontinencia verbal gubernamental. Y eso a pesar de que los últimos días habían sumado muchos puntos los ministros Montoro y Soria, deslumbrantes acaparadores de minutaje en los medios de comunicación con su durísima discusión sobre las energías renovables, sin olvidar a la vicepresidenta Santamaría, con su exquisitez expositiva, clara, diáfana, transparente, cristalina sobre los detalles de la prórroga de la ayuda especial a los parados que se quedan sin subsidio por desempleo.

Desde luego que se lo están poniendo bien difícil a De Guindos si no fuera porque este ministro ha batido todas las plusmarcas de la arrogancia al autonombrarse portavoz único del sentimiento nacional español, o como lo resume él mismo, de España, puesto que revela a la prensa financiera extranjera que estamos todos y todas las que habitan este país deseando ajustarnos aún más el cinturón, que no hay problema en hacerlo si hiciera falta. Todo sea por recibir cuanto antes ese "segundo" rescate, o rescate "blando" o como lo quieran llamar.

Vuelvo aquí, desde esta tribuna (no me he podido resistir a llamarlo así, lo siento...), al ya viejo asunto del rescate bancario (el primer rescate que aún no se ha hecho realidad), y a su necesidad imperiosa, a su necesidad a secas, o como yo prefiero, a su innecesariedad. Esta última opción es la que  intentaré defender con argumentos lógicos, es decir, que no debemos rescatar a la banca, española o de cualquier nacionalidad. Porque leyendo a cualquier autor, investigador, experto que no comulgue con la línea editorial neoliberal predominante en el mundo económico y financiero actual, consigues entender mucho de lo que está sucediendo en este país, y en algunos más de nuestro entorno cercano, en el Sur y Oeste europeo. Por ejemplo, como venía adelantando en la página de este blog "Lo que estoy leyendo", el libro Hay alternativas de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón, me ha conducido a una pequeña investigación del sector bancario español, a partir de los datos que sistemáticamente recoge el Banco de España y que publica en su web para quien quiera analizarlos científicamente.

Pues bien, empezaré con los datos del rescate en base a la información disponible en cuanto a los beneficios obtenidos por nuestras entidades de crédito frente al total de activos (debieran ser mayoritariamente lo que nos prestan) y pasivos (debieran ser mayoritariamente nuestros depósitos bancarios) que manejan. La gráfica es elocuente. Estamos viviendo en 2011 y comienzos del 2012 (no lo muestro porque sólo disponía de los datos hasta marzo) un auténtico desplome de los beneficios.
Elaboración propia a partir de datos obtenidos en la web del  Banco de España

¿Qué les está pasando a nuestros bancos? El siguiente gráfico muestra un ratio muy interesante, el porcentaje de ingresos procedentes de la diferencia entre lo que nos pagan por nuestros depósitos y lo que les pagamos por los créditos y préstamos que nos conceden. En menos de 20 años ha pasado de casi un 85% a un simple 50%, incluso con valores menores a esa cifra (recomendable según he podido leer en algún informe técnico) en los último años del glorioso y neoliberal boom del ladrillo español. En palabras llanas, esto quiere decir que nuestros bancos están abandonando con bastante rapidez la base de su negocio, recoger el dinero de los ciudadanos para revertirlo, transformado en forma de préstamos y crédito, en la economía española, aportando el combustible que ahora tanto falta. Ya volveremos luego sobre este tema para intentar aclarar a qué se están dedicando (el otro 50%)

Elaboración propia a partir de datos disponibles en la web del Banco de España
Pero es que si examinamos con más detalle los datos, observamos que los pocos préstamos que nos han estado concediendo, se dirigieron mayoritariamente al negocio hipotecario residencial, de primera y muchísima segunda vivienda, la que tiene peor salida comercial en tiempos duros como los que vivimos. La consecuencia es la acumulación de adjudicaciones y daciones en pago (las menos) de inmuebles de los pobrecitos españoles por casi toda la geografía española. Observen ustedes cómo les está yendo en los últimos años en el siguiente gráfico.



 La cifra es impresionante, mareante, escandalosamente exagerada. Nada menos que  260.000 millones de euros en inmuebles sin salida comercial, dada la debilísima demanda. A veces pienso que estamos a un paso de un auténtico desembarco mafioso blanqueador de capitales internacionales que se dedicarían a invertir a precios de saldo en inmuebles en España. La pena es que no se trata de hoteles, ni de grandes edificios de oficinas en el centro de dinámicas ciudades españolas. Casi todas son viviendas de dudosa calidad de acabado respecto a los estándares habituales, porque tenían como objetivo ser adquiridas por españoles con mayor capacidad adquisitiva que la actual, que vivían el sueño de una segunda vivienda en la costa, para pasar allí unas pocas semanas al año, o en su caso, para alquilársela a algún europeo que tampoco quisiera mucho más que sol y playa. Es decir, un negocio ruinoso en términos de rentabilidad económico-financiera para el español que compraba esa vivienda, que simplemente tenía en mente una inversión a medio-largo plazo bastante buena en el imaginario español. Porque ya sabíamos todos y todas que..."los pisos nunca bajan de precio". Si algo bueno saldrá de esta profunda depresión en la que estamos metidos es la desaparición para siempre de esa falsa idea que ha conducido siempre a alejarnos de productos de inversión alternativos. Y es que el asunto de las preferentes ha acabado con otro mito del españolito medio "yo lo dejo a plazo fijo con un interés majillo y a esperar, que al menos no pierdo lo que tengo". También se acabó, se secó este pequeño oasis inversor. Que conste que considero que nos ha venido muy bien para ir adquiriendo una mayor cultura financiera e inversora, porque buena falta nos hace para hacer avanzar este país.

 Volviendo al gráfico anterior, vemos que la curva azul, la que representa los inmuebles propios de los bancos han disminuido en su cifra total en los últimos tres años. Lo que les voy a contar ahora es una sospecha, y por tanto, tómensela con la debida precaución, sopesando ustedes mismos, en base a la información propia que manejen si estoy equivocado, mucho, poco o nada. En mi opinión, las entidades de crédito, nuestros bancos, están actualizando los precios de sus propios inmuebles al precio "razonable" que exige la circular 4/2004 del Banco de España (adaptación de las NIIF al sistema bancario español). Sus contables pueden hacerlo relativamente fácil. Son precios de oficinas que tienen aún mercado, donde hay compras y ventas de locales comerciales. También podría ser que incluso hayan vendido oficinas tras la fuerte etapa de concentración bancaria que estamos viviendo, aunque sabemos que muchas sucursales se abrían en régimen de alquiler.

Elaboración propia a partir de datos obtenidos de la web del Banco de España (2012 hasta marzo)
 Podemos añadir otra gráfica con los ajustes de valoración declarados en los balances. Son ya tres años con cifras negativas...Sin embargo, la curva magenta no muestra ese descenso, aunque se observa una ralentización en el incremento del saldo acumulado. Creo que la avalancha de desahucios y adjudicaciones de inmuebles en los juzgados, junto con el continuo estrechamiento del mercado inmobiliario (las cifras de nuevas hipotecas firmadas en los últimos meses son una buena muestra) dificulta enormemente conocer el precio "razonable" de mercado que exige la circular del Banco de España, antes citada.

Esta cifra de 260.000 millones es por tanto como los relojes de Dalí, plástica, deformable, cambiante,  un ejemplo puro de surrealismo. Solución propuesta, también surrealista: construyamos un banco malo y le cedemos todo este paquete inmobiliario, la gran patata caliente de España. La expresión cedemos no es correcta. Realmente de cesión nada de nada, ya que no sabemos el precio de esa gigantesca transacción, si como he venido indicando, lo anotado en los balances remitidos al Banco de España tienen un bajo porcentaje de exactitud, porque como dicen los expertos en la materia "no hay precio razonable porque no existe mercado". Lo que sí sabemos es quién pagará a los bancos por esos activos inmobiliarios, por quedarse con esa patata caliente: los ciudadanos españoles. Como decía el representante de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, es el mundo al revés: desahuciamos a cientos de miles de españoles para que otros millones de ellos paguen una cantidad indeterminada aún por adquirirlos de nuevo, vacíos de sus iniciales dueños, que habrán tenido que ir a vivir con los padres, con los suegros, de alquiler o debajo de un puente. Y como nuestras finanzas públicas no pueden abordar la transacción, nos endeudamos en los mercados internacionales a intereses desorbitados, porque nadie en su sano juicio querría prestar a alguien que hace cosas así. Claro que luego algunos aún dirán que los mercados son irracionales...

 Volvamos de nuevo a la fuente de ingresos de nuestros bancos. Sabiendo que apenas la mitad del negocio es el tradicional, ¿de dónde obtienen el resto de sus ingresos? En el siguiente gráfico tenemos parte de la respuesta. La obtienen sableándonos una y otra vez en cada ocasión que pueden a través de las famosas "comisiones" de todo tipo que aparecen continuamente en nuestras libretas y cuentas corrientes, para nuestra desesperación. La gráfica habla por sí misma. Hemos pasado de un 12,5% de ingresos procedentes de comisiones en los años 80 a un mareante 25%, es decir, el doble, y con años como el periodo 2003-2005 que llegaron al 30%.

Elaboración propia a partir de datos obtenidos de la web del Banco de España
El gran poder de la banca ha conducido a un incremento no proporcional de los costes de "producción" de esos servicios bancarios por los que nos cobran, hayamos o no hayamos solicitado los mismos (ese es otro asunto que por sí mismo merecería un post si no fuera porque blogueros expertos en la materia han hablado mucho y muy bien sobre esta materia). Para refrendar mi opinión me he dedicado a recoger las cifras básicas globales del sistema bancario español en cuanto a costes de explotación y costes de personal. La mayoría de esas comisiones están "justificadas" en la atención personal de los trabajadores bancarios, y en la utilización de complejos sistemas informáticos para la gestión de nuestros patrimonios y de nuestros préstamos y créditos. Es razonable sin lugar a dudas la composición de esa partida de gastos de producción. Pues bien, ahora veamos en el siguiente gráfico un significativo ratio obtenido al dividir los ingresos obtenidos de comisiones percibidas frente a los gastos de explotación más gastos de personal.



De no verlo no creerlo, como Santo Tomás...Se ha multiplicado por dos el beneficio obtenido en el conjunto de las operaciones bancarias que están sometidas a una comisión por la labor realizada. La productividad conseguida con las fuertes inversiones en tecnología (informatización completa , centralización de operaciones, oficinas virtuales...) se la han quedado completamente. En lugar de bajar los precios de las comisiones, las han subido. De nuevo el mundo al revés, aunque menos al revés de lo que pueda parecer al principio si tenemos en cuenta el enorme poder fáctico que tienen los bancos en España, y la escasa capacidad del Banco de España para regularlo. Ningún partido político ha tenido arrestos para coger el toro por los cuernos. Todo ha quedado en pequeñas apariciones en el mercado bancario de ING Direct (ahora entiendo por qué no cobran comisiones) y de algún que otro banco grande que tiene oficina virtual y que tampoco cobra. Doy fe que es así. A fecha de hoy no pago comisiones por transferencias bancarias. Si el lector o lectora está pagando por ellas, que me envíe un correo y le informaré "gratuitamente" de quiénes son y cómo lo tiene que hacer.

Es más, si analizamos los costes laborales en el sistema bancario español comprobaremos que el ritmo de ajuste (aniquilación) de puestos de trabajo en ese sector es gigantesco.

Elaboración propia a partir de datos obtenidos en la web del Banco de España
No es un secreto para los propios trabajadores bancarios. Las jubilaciones anticipadas están a la orden del día. Viendo el gráfico comprenderemos que hubo tiempos mejores en los que los salarios crecieron considerablemente al calor de los Pactos de la Moncloa, con las centrales sindicales mayoritarias bien asentadas en este sector. Poco queda ya de aquello. Los años 90 los laminaron progresivamente, inexorablemente. Ya no queda nada de aquello.

Queda un 25% de los ingresos bancarios sin aflorar. Bueno, en los  balances, con dificultad para semi-ilustrados como este bloguero, se puede hacer una resta y concluir que los negocios financieros son la otra pata que falta a la silla. De nuevo aportaré mi opinión no contrastable con gráficos y datos. Me parece que la banca española ha está dedicando demasiados esfuerzos a la especulación financiera, como el resto de la banca internacional, con la que tiene que competir por culpa la ola neoliberal que todo lo ha inundado.

Viene a cuento recordar algunas palabras del informe del BBVA de 2008. En su apartado final de conclusiones, recogía un párrafo del informe de estabilidad financiera de noviembre de 2007 del Banco de España que reproduzco "... las entidades de depósito españolas afrontan las turbulencias del sector financiero desde una posición de solidez". A lo que añadían sus autores un "No obstante, el actual clima de incertidumbre que afecta a los mercados financieros, la quiebra de alguno de los bancos de inversión en Estados Unidos, la capitalización pública de bancos en diversos países, las intervenciones masivas y coordinadas de los Bancos Centrales, la ralentización en el ritmo de crecimiento económico y la desaceleración del mercado inmobiliario, justifican la conveniencia de no sobrevalorar la solidez de la banca española, dada la amenaza que supone este entorno sobre el negocio bancario". ¿Clarividencia? No, para nada, simplemente mucho conocimiento del mundo financiero internacional y de la gestión de escenarios, algo que falta a nuestro Gobierno Rajoy  y por extensión al Gobierno Merkel y a la Comisión Europea.

Llega la hora de las propuestas. Seré muy breve ya que la fundamentación de las mismas ha sido expuesta con datos y cifras en los párrafos anteriores.

  1. Creación de la Caja Popular de España. Todos los españoles tenemos derecho y obligación de tener al menos una cuenta abierta en esa Caja. No tendrá gastos ni comisiones de ningún tipo por los servicios bancarios mínimos a los que todos los españoles tendremos derecho constitucional. Si hemos sido capaces de incluir en la Constitución la norma de techo máximo de gasto, no creo que los dos grandes partidos del Estado sean incapaces de promover una reforma constitucional tan sencilla por la vía más rápida (ya ensayada hace unos meses).
  2. Rechazo al rescate bancario. Los bancos y cajas con enfermedades "terminales" serán cerrados por el procedimiento concursal con una nota acelerada para evitar problemas a los trabajadores bancarios, transfiriéndoles directamente a la plantilla de la Caja Popular de España.
  3. Del procedimiento concursal (mediante una nueva Ley aprobada por el Parlamento Español) se excluirán los inmuebles (piso, fincas, etc) que pasarán al Patrimonio del Estado, para crear un Instituto Nacional Inmobiliario dedicado a alquilarlos con precio reducido en función de la renta y patrimonio de quienes hayan sido desahuciados. La expropiación de esa ingente masa de inmuebles será abonada a los deudores de los bancos a precios rebajados con una quita a estimar de acuerdo con precios anteriores al boom inmobiliario. Es decir, cerrando la herida y cortando la hemorragia de una vez por todas, creando un suelo a los precios inmobiliarios.
  4. Creación de gravámenes especiales en el Impuesto de Sociedades aplicable a los ingresos procedentes de comisiones percibidas por los bancos. Ya que no rebajan los precios de las comisiones, apropiándose de toda la plusvalía generada con las reducciones de empleados de banca y de mejoras organizativas e informática, vía impuestos de sociedades, revertiremos una buena parte transformado en ingresos públicos para el Estado, con el que financiar todo este proceso de reconversión de la banca española.
  5. Prohibir por Ley (nueva Ley a aprobar en el Parlamento) a la banca de depósitos que baje su ratio margen de intereses respecto al margen bruto por debajo del 70%, o de lo contrario deberá transformarse en un banco de finanzas, que no podría tener depósitos de ciudadanos corrientes. En resumen, separar la banca tradicional minorista de la banca especulativa. Por supuesto, prohibiendo participaciones  mayoritarias de una en la otra. Hay que poner remedio preventivo  a futuros casos de apropiación de fondos a plazo fijo que se transforman por arte de birlibirloque en acciones preferentes con pérdidas para el depositante.
En resumen, banca pública, derechos bancarios mínimos y fin a la especulación y a los abusos bancarios tanto nacionales como internacionales. Déjemos hundir a los malos bancos y que se queden con su dinero la Comisión, el Eurogrupo y los bancos alemanes. 





sábado, 18 de agosto de 2012

Alta traición a la Unión Europea

Hace una semanas comentaba en este blog que estaba leyendo el libro de Josu de Miguel Bárcena "El gobierno de la economía en la Constitución Europea: Crisis e indeterminación institucional". No sólo me gustó, sino que lo he vuelto a releer tomando notas porque su lectura me ha inspirado este post, que tiene numerosas explicaciones técnicas de alto calado que exigen mencionar la fuente con gran precisión y también animar a otros lectores a que profundizen y amplíen.

Pero, ¿por qué me ha inspirado? Bien, desde hace unos cuantos meses vengo oyendo a tertulianos y tertulianas intentar dar explicaciones más o menos coherentes y razonadas de lo que está pasando en la Unión Europea, de lo que nos está pasando como país de la Unión, también de lo que les pasa a los griegos, italianos, portugueses, irlandeses...y sobre todo de lo que se nos viene encima, queramos o no queramos aceptarlo. Mucho de lo oído no me ha convencido en absoluto. Observo continuamente falta de conocimiento técnico de lo que se está defendiendo o atacando, y en los más expertos, o aparentemente expertos, la aceptación de unos hechos consumados, de unos dados que ya han rodado y a los que nadie parece quería mirar, porque sabíamos que habíamos perdido la partida.

Continuamente oíamos y seguimos oyendo que se necesitan reformas estructurales profundas, que tenemos que hacer los deberes, que la herencia recibida (la de Zapatero) es catastrófica por no haberlos hecho precisamente, pero nadie nos da razón del por qué de esas reformas de tanto calado, que fundamentalmente pasan por:
  1. Destruir el estado social: sanidad pública, educación pública.
  2. Demoler el sistema de pensiones público.
  3. Aniquilar a la fuerza sindical y al sistema de pactos empresa-trabajadores vigente desde la Transición y los Pactos de la Moncloa de finales de los 70, con cuasi-esclavización de la masa de trabajadores.
En resumen, reducir el Estado social y democrático de Derecho actual que disfrutamos los españoles y españolas al mínimo neoliberal que casi puede definirse como "haga usted lo que quiera, búsquese la vida, pero no moleste al vecino porque la fuerza de la Ley caerá sobre usted", eso sí, con seguridad privada y en cárceles privadas.

De acuerdo, esa es la meta actual del gobierno Rajoy, y sobre todo esos son los principios reformistas que le están chivando al oído desde Bruselas, FMI, y todos aquellos que "de-formaron" el consenso de Washington. Pero, ¿es la meta original de la Unión Europea? ¿Para ésto nos subimos al tren, ese tren que no podíamos perder de ninguna manera?



Escuché ayer en la SER un debate de tertulianos que consiguieron enfadarme sobremanera.
Lo mejor: escuchar que un catedrático de la Universidad de Sevilla se me ha adelantado pidiendo que sean acusados ciertos políticos europeos (no recuerdo bien por qué tipo de delito).

Preparaba mentalmente lo mismo una vez leído y releído el libro de la constitución económica europea:

Al patíbulo deberían ir: Merkel como hacedora de deseos de la alta patronal europea (alemana fundamentalmente), Schaubel, Dragi, Rajoy, Rato, etc...

FMI no puedo pedir ya más ajustes...Se han hecho todos...y sin recibir un euro, aún...¿Cómo se devolverá? Que se hundan las cajas y dejemos de provisionar pisos y más pisos. No son pérdidas, nunca lo serán, porque nunca se traducirán en  ventas a bajo precio puesto que no hay mercado donde venderlas.

Traición al Tratado de la Unión Europea y a las políticas sociales, al oscurantismo y a la solidaridad europea. Quién son ellos para ver pajas en nuestros ojos, si ellos hicieron lo mismo.

Qué ventajas trae el euro, la unión económica y monetaria para los españoles, para los italianos, griegos, portugues, irlandeses, chipriotas, malteses...Y seguirán los del Este...Ahora ya ninguna

Antes de dejarnos intervenir más aún, debemos cortar los lazos con Europa inmediatamente, y buscar el libre mercado auténtico, obteniendo todo tipo de ventajas comerciales. ¿Alguien ha observado qué balance comercial tenemos con la Unión Económica y Monetaria? Es deficitario...seguramente

La constitución económica nacional española ha sido sustituida por la europea, manejado por los neoliberales que han olvidado totalmente sus deberes sociales. No compensa seguir en este club, que nos trata como ciudadanos de segunda, permanentemente bajo sospecha, en la que algunos "listos del extremo Norte" se dedican a pedir avales extraordinarios para la miseria que nos prestan. Que les den por el culo, aunque dudo mucho que con lo estrecho y frío que lo tienen, alguien pueda tener gustirrinín al hacerles el griego.

O nos vamos nosotros o se van ellos. Esta es la disyuntiva, y parece ser que la ciudadanía europea sigue esclerotizada y renacionalizada, sin ver más allá de sus narices. Lo que viene es la quiebra del sistema, porque los sureños no van a querer seguir pagando los platos rotos y que además de pagarlos no les dejen comprar nuevos. Nos han traicionado, han traicionado a los fundadores de la Unión Europea, se han envanecido y creen que ellos sólo pueden hacer y deshacer a su antojo, con un Parlamento Europeo ninguneado, desprestigiado a propósito, con la aviesa intención de que sea un foro donde se juntan parlamentarios "extremistas" que no representan el sentir general de la población europea, y que sólo sirve para que algunos nos llevemos las manos a la cabeza cuando les oímos hablar.

Se han olvidado de la Justicia, anclados en un egoísmo nacionalista que destruirá la Unión Europea. Hasta firmes europeístas convencidos como el que redacta estas líneas está ya cansado y amargado de la hipocresía y prepotencia germánica. No queremos estar asociados a este IV Reich. Es hora de marcharse o de que se vayan. 

domingo, 5 de agosto de 2012

La máquina de destruir dinero...

Mis conocimientos de la teoria económica están siendo puestos en un brete ante lo que vengo observando en los últimos meses, que no coinciden sólo con la etapa del gobierno Rajoy. Efectivamente, este último ha metido la directa en su loca carrera a ninguna parte, que ya comenzó con los últimos estertores del gobierno Zapatero en 2011, tras el brusco cambio de mayo de 2010, el del reconocimiento oficial de la gravedad de la crisis bancaria->financiera->económica->social. Fíjense en el sentido de las flechitas y cómo falta aún la gran flecha apuntando a la crisis política, puesto que aún vivimos de las rentas de las recientes elecciones generales de noviembre de 2011, que otorgó una mayoría absoluta al PP, legitimación completamente dilapidada en 7 meses de mal gobierno.

Pues bien, de todo lo que he estudiado en mi vida relativo a la intervención de los gobiernos para generar demanda, diseñando y desarrollando políticas anticíclicas que intenten evitar la parada de la economía productiva  y volver a  utilizar toda su capacidad, generando empleo y riqueza, es la intervención del banco central correspondiente el que más me ha subyugado. Recuerdo a este respecto un texto reciéntemente leído que me ayudó a completar un agujero de conocimiento, mejor dicho, de explicación razonada de lo que aprendí sobre la crisis económica de la República de Weimar a comienzos de los años treinta.

Les recordaré a los lectores que tras la Primera Guerra Mundial, el antiguo II Reich alemán, convertido en República, fue obligado por el Tratado de Versalles a compensar económicamente a las potencias vencedoras. La crisis del año 1929 hizo mella en la economía alemana haciendo imposible el pago de las cuotas anuales por esas reparaciones. Francia decidió unilateralmente invadir el Sarre, territorio poblado y rico de Alemania, con la intención de autocompensarse. La reacción inmediata de los teutones fue la huelga general en el territorio, y por mucho tiempo además. La producción cayó en picado, y sin nada de carbón que llevarse a territorio francés, su gobierno tuvo que claudicar y volver sobre sus pasos.

Ahora bien, cómo pudo sostenerse una huelga general de millones de trabajadores durante meses. Aquí es donde el autor del libro nos dice que las autoridades germanas decidieron poner en marcha la máquina de imprimir marcos con los que pagar a los huelguistas. Y fueron muchos, muchos millones de marcos. La hiperinflación posterior en la Alemania de primeros de los años 30 fue el resultado, y de ahí la llegada del partido nacional-socialista al poder un todo continuo.

Es indudable que el gran miedo de los actuales dirigentes alemanes a la inflación, y no digamos a la hiperinflación está bien escrito en sus genes económicos. Nunca más, seguro que se dicen interiormente, sin mencionarlo nunca, como una palabra tabú: "hiperinflación", o traducido a lenguaje popular "no pongamos nunca a trabajar a la máquina de imprimir billetes sin bases sólidas de crecimiento económico".

Al igual que contamos esta historia enclavada en Alemania, que puede extenderse a muchos otros países que lo han padecido también (Argentina en los 90 es un buen ejemplo), podemos citar los numerosos ejemplos de "activaciones" de la máquina de imprimir dinero (en adelante MID) en las que  pulsar el botón de puesta en marcha facilitó la recuperación económica y evitó el sufrimiento de grandes sectores de población.

Es cierto que es muy difícil controlar a MID, que nunca se sabe muy bien cuándo ponerla en marcha, a qué ritmo de producción utilizarla y sobre todo cuándo pararla, no sea que se desboque y cause mucho más estropicio que beneficio. Sin embargo, no era éste el motivo de este post, y revisando su título nos centraremos en otra máquina que parecía que no existía. Se trata de la máquina de destruir dinero (la llamaré MDD para facilitar la lectura). Sí, no la conocíamos, pero lo cierto es que está fabricada, con número de serie negativo y escrito en rojo, marca CE, diseñada por los ingenieros-económicos Draghi-Schäubel, y certificada por el FMI para ser utilizada en cualquier país-estado-territorio que tenga problemas económicos serios de la Unión Europea (en adelante Desunión Europea para ser más realistas).

El problema es que el manual de operaciones de MDD está escrito en alemán y por tanto, quien la quiera instalar y poner en marcha tiene que tener conocimientos amplios de esa lengua. Tal vez sea esa la razón por la que los ministros fogoneros encargados de su mantenimiento, Guindos y Montoro, se están viendo desbordados por los acontecimientos y no acaban de entender qué está pasando. Han acudido muchas veces a Bruselas, incluso a Frankfurt y a Berlin, para recibir formación especializada en la operación de MDD, pero algo se les escapa. Quizá el problema más importante es que no saben exactamente qué es lo que hace MDD con la economía. Les han dicho que la utilicen, que hace maravillas, que apenas consume energía política, tan sólo gasto en márketing (miles de horas de programación en los medios adictos para explicar las bondades de MDD y conseguir que los españolitos incautos no asalten los ministerios para pararla y devolvérsela a la Comisión Europea envuelta en papel higiénico).

Pero bueno, se preguntarán, qué mosca le ha picado al General para tomarla así con MDD. ¿Tan dañina es? Pero si es un regalo maravilloso, la panacea a nuestros problemas económicos, "la solución final" según palabras de Rajoy...Sí estoy de acuerdo en que es la solución final, pero para la muerte por inanición de todos nosotros. Intentaré a continuación explicarles la perversidad de MDD, y cómo puede tener efectos aniquiladores en manos de personas (ministros) inexpertas e insensatas.

En primer  lugar, un poco de teoría económica básica sobre la destrucción del dinero. La manera más sencilla de explicarlo es recordar a MID, creando dinero, dinero que fluye inmediatamente por la economía, que llega a las manos de empresas y ciudadanos, contribuyendo a que todos nos sintamos más ricos, o al menos, financieramente más seguros de que tenemos un sustento para iniciar nuevos proyectos, sean o no productivos. Ese es otro asunto espinoso, el de no saber si con el dinero nos fumaremos un porro, si nos iremos de vacaciones a Hawaii a todo lujo, o si nos dedicaremos a traer a España la Fórmula I dos veces al año o a traer al Papa cada dos por tres con los gastos pagados...En fin ese es otro tema. Pero volvamos al núcleo del asunto, la disponibilidad de dinero contante y sonante en nuestros bolsillos y en nuestras cuentas corrientes.

Cualquiera que viva en España ahora, y por extensión en Italia, Grecia, Irlanda o Portugal, puede sentir que está ocurriendo lo contrario. Cada día tenemos menos dinero en nuestros bolsillos, menos dinero en nuestras cuentas corrientes, las acciones que poseen algunos cada vez valen menos, y los valores inmobiliarios (pisos, lonjas, terrenos, pabellones industriales)  también pierden valor mes a mes, o simplemente nos desahucian y nos vemos en la calle, a la intemperie. Sobre cómo empezó ésto en Estados Unidos en 2007 ya sabemos algo, pero es evidente que allí no están como nosotros, pasándolo tan mal. Y comparando, comparando, he concluido que simplemente no han importado la máquina MDD para utilizarla allí, pese a que algunos ultraconservadores lo quieran hacer.

¿Cómo funciona MDD? Pues su  mecanismo es complejo y concienzudamente bien pensado por sus diseñadores:

- Obligar a provisionar y provisionar a los bancos, para que tengan en cuenta las pérdidas de valor de sus activos inmobiliarios. Cuanto más bajan, más tienen que provisionar (es decir, retirar de sus beneficios esos capitales, por si acaso...). Cuanto más provisionas, menos remanente tienes para prestar, para dedicarte a lo tuyo, al negocio bancario, y por tanto, peor lo pasan las empresas para conseguir créditos. Hacía tiempo que nadie obligaba a los bancos a ser tan extremadamente cautos, prácticamente a no trabajar, a su parálisis absoluta, que no conduce a ninguna parte. MDD comienza a trabajar a ritmo.
- Subir los impuestos de la renta a los trabajadores. Les retiramos un par de puntos en porcentaje de sus sueldos. La señal inmediata para los que se ven con menos sueldo es reducir sus expectativas de gasto aún más que el porcentaje reducido, "por si acaso".
- Subir el IVA con carácter general. Previamente hundimos al pequeño comercio que puede ser una vía de escape para el pago de ese impuesto, puesto que las grandes superficies son más fácilmente controlables. Cuanto más lo subes, más inflación "artificial" creas, lo que a la larga reduce la capacidad adquisitiva y por tanto, el encogimiento económico.
- Eliminar antes de tiempo las ayudas al carbón. Aumentas el grado de dependencia energética o puesto en negativo, disminuyes la capacidad de autoabastecimiento español, mediante un cierre desordenado y en desbandada de las minas. Territorios más o menos extensos se colapsan económicamente en un par de meses. Otro encogimiento económico más. MDD está trabajando a tope.
- Reducir los salarios a los funcionarios, y además, "interviniendo la paga extra". Lo mismo que antes hemos mencionado, menos capacidad adquisitiva, menos consumo, más encogimiento aún.
- Permitir que los precios de la energía para el consumidor final sean un auténtico agujero oscuro, donde la luz y los taquígrafos jamás pueden entrar. Cada vez pagamos más, sin saber nunca cuál es el precio real de producción, y qué beneficios reales están teniendo algunas grandes compañías.
- Recortar ayudas sociales a la dependencia, dejando en la calle a un amplios número de trabajadores, que aumentarán el porcentaje estratosférico de paro registrado y no registrado que existe en este país.
- Eliminar las ayudas a la investigación y desarrollo, dejando en el paro a los mejores cerebros del país, abandonando proyectos en los que ya se ha invertido importantes cantidades de dinero. MDD no estaba diseñada para hacerlo, nunca un alemán lo haría, pero en manos inexpertas...
- Asustar a los pensionistas con reducción de sus pagas mensuales. Tal y como vamos, será la siguiente medida en los próximos meses.
- Paralizar la obra pública. Más de lo mismo.
- Reducir el número de aulas en colegios públicos. Es decir, que como en cada aula tenemos algún maestro tutor al cargo, hemos de concluir que a menos aulas, menos maestros, que empezando por los interinos, irán a la calle. Nuevo encogimiento. MDD sigue trabajando sin parar, quemando billetes.
- Eliminando gasto sanitario mal definido, como por ejemplo, volviendo a meter en las habitaciones a más personas (como en los viejos tiempos de la Dictadura), cerrando plantas de hospitales y por tanto, enviando a la calle a más y más enfermeras interinas. Seguimos quemando dinero a espuertas.
- Dando la puntilla al sector de la Cultura, con un ataque directo mediante la subida del IVA del 8% al 21%. Está claro que MDD no sabía hacer esto, pero que los ministros-fogoneros han modificado la máquina para que haga estas cosas maquiavélicas. Lo que no saben es que MDD está aún en garantía, y que por tanto, si se alteran sus tripas, Dragi-Schäubel y la Comisión Europea se inhibirán de sus responsabilidad, y creo que con razón...
- Premiando a las malas Comunidades Autónomas, a las más endeudadas y peor gestionadas para que se endeuden aún más, de modo que MDD sigue trabajando a tope, con más y más intereses que se van por la chimenea.
- Premiando a los defraudadores con amnistías fiscales que no funcionan en tiempos de crisis. Estos proveedores de combustible para MDD han fallado y no han acudido a la cita. Son listos...

Y mientras tanto:

- Sostienen a los recientes bancocajas a base de inyecciones de capital en un pozo sin fondo que arrastra al resto al precipio financiero. Aquí MDD nos va a asfixiar con el humo de tanto billete como está quemando. Pobre efecto invernadero. Miles de millones de euro-CO2 a la atmósfera económica.
- Desprestigian con carácter general a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, cuando realmente debieran identificar a los culpables, porque no todas son iguales ni han hecho mal los deberes. MDD bloqueará a Andalucía y Cataluña en breve plazo.
- No hacen nada para evitar la fuga de capitales que no quieren ser quemados por MDD. No me extraña. Si yo tuviera algo que pudiera arder lo llevaría fuera de España, antes de que estos fogoneros me lo destruyan.

Remataremos con la frase final de Krugman a propósito de la economía de la depresión: "... los únicos obstáculos estructurales importantes para la prosperidad del mundo son las doctrinas obsoletas que pueblan la cabeza de los hombres."

Bien dicho, así que como única propuesta de este post propongo que devolvamos MDD a Bruselas y de paso que se vayan sus fogoneros Montoro y Guindos con ella, y que les quiten la licencia de operadores, por manipuladores e insensatos.