martes, 29 de noviembre de 2011

¿Época de cambios o cambio de época?

Lo siento, no es mío el título de este post, pero me ha gustado tanto cuando lo he oído (a través de terceros en la Conferencia sobre Calidad en los Servicios Públicos a la que estoy asistiendo) que ha servido para reanimarme y regresar de la postración intelectual y crítica en la que me encuentraba desde que volví de vacaciones de verano. Sí amigos y amigas, también había caído en una profunda crisis anímica ante lo que estoy viendo y viviendo. De hecho, la semana pasada, tan profundamente afectado dejé a un compañero de oficina tras escuchar la pequeña perorata que le solté a modo de válvula de seguridad, describiendo las negruras del horizonte económico y social que se nos avecinaba, que hubo quien me lo recriminó, bondadosamente, eso sí: pobre, ¡cómo le has dejado! Sí, creo que ha llegado el momento de retomar mi blog y exponer lo que pienso respecto a los últimos acontecimientos.

De entrada, quizá lo que más me ha impresionado ha sido leer hoy en el ADN la noticia del acaparamiento de alimentos básicos por parte de algunos especuladores financieros, pese a quien pese, hambrientos de dinero, en una espiral ascendente que parece no tener fin, que nunca los sacia. Ya no se trata sólo de especular en los mercados financieros o  con los combustibles de primera necesidad, gasoil de calefacción o gas natural. Que alguien me explique, si puede, cómo demontres se conforman los precios de las subastas del mercado primario de generación eléctrica...porque creo que es imposible de saber, fuera de los círculos íntimos que acuden a esas subastas. Ahora que estamos constantemente oyendo hablar de incrementar la transparencia de nuestros gobiernos en sus quehaceres y obligaciones diarios, a mí me viene más bien la idea de crear un "índice de empañamiento" porque describiría mucho mejor el grado de avance al que hemos llegado en este aspecto de conseguir luz y taquígrafos en su actividad. Y desde luego, que no se debería componer con la información que ellos mismos aporten a quien tenga que hacer las sumas y restas para obtenerlo y luego publicarlo. No, señores y señoras, ya no me fío de ninguno, mucho menos desde que cayó en mis manos el libro de Gerald Everett Jones "How to lie with charts"...sí, en la lengua de Cervantes, "cómo mentir con las estadísticas". No lo he leído aún, pero la contraportada me tranquiliza un poquito cuando dice que trata sobre cómo pensar y expresarse con claridad (ya, ya...eso es la segunda lectura que puede darse, pero la primera...). Espero poder prepararme para que no me engañen más.

Pero la gran noticia de la semana, ha sido el desprecio absoluto de los especuladores financieros a la emisión de deuda de Alemania...sorpresa, sorpresa, señora Merkel. Tengo en gran estima la capacidad de trabajo de los alemanes, su entrega absoluta a lo que hacen, su sentido de obediencia sin rechistar, confiados en el buen saber y hacer de sus dirigentes, pero por otra parte, quizá es su gran talón de Aquiles. La locura de Hitler arruinó casi toda Europa, Alemania incluida, sin casi oposición interna, y ahora, tras unos años de expansión, de riqueza atípicamente creada y arribada al Sur de Europa, maestros del  buen vivir y disfrutar (nadie nos lo puede negar), nos encontramos con el hundimiento financiero, primero, y ahora económico, del gran mercado interior europeo. El frenazo económico causado por la subida de los tipos de interés, por miedo a la inflación en Francia y Alemania, nos ha dejado tocados del ala. En el Sur no se puede ya soportar la elevación de los tipos de interés. No hay crédito, pero es que aunque vuelva a haberlo, ya nadie se atreve a pedirlo. Estamos en un gran aprieto. Leo por ahí, que el afamado economista Krugman nos advierte que Alemania, liderada por A. Merkel y sus expertos, nos está conduciendo al abismo.  La polémica de los eurobonos, sigue ahí, con Europa cada vez más acosada por los ataques de los especuladores financieros. Ahora ya está amenazada Francia, Bélgica, incluso Holanda.  Nadie se salva. Las advertencias de Krugman parece que toman cuerpo, muy a nuestro pesar.

Lo que me preocupa mucho más es el cambio de rumbo (o no, al más puro estilo marianístico) del futuro gobierno del PP hacia el Nordeste, es decir, hacia Berlín. Nuestro Presidente "in pectore" ha declarado públicamente su admiración hacia la canciller del gobierno alemán. Contrasta claramente con lo que ha predicado el candidato socialista Rubalcaba, que pretende exigir a Merkel el alargamiento de los plazos para la reducción del déficit fiscal.  Hoy en la conferencia, el profesor Jesús Ruíz-Huerta nos ha presentado unos gráficos muy significativos sobre la disminución de la presión fiscal (más bien caída en picado) durante los pasados 2009 y 2010. Según lo mostrado, con una economía que no crece, la presión fiscal se reduce. Sinceramente les debo comentar que no entendía el concepto de presión fiscal y me dirigí a wikipedia. Según el artículo titulado "presión fiscal"no tiene que ver los impuestos previstos, sino sobre lo efectivamente recaudado en porcentaje de PIB, y por tanto, a mayor evasión fiscal, menor presión fiscal...EUREKA, comprendí el gráfico del profesor Ruíz-Huerta. Los españoles y extranjeros ricos que tributan en España están evadiendo impuestos en una escala desmedida, y por tanto, para compensar, a los que estamos en el "corralito impositivo", los gobiernos nos machacan cada vez más (IVA al 18% de tipo básico, y amenazando con subir al 20, subida de impuesto especial a los combustibles, subida de alcohol y tabaco, tasas universitarias, posible copago en medicamentos...) Aún así, con el ritmo de ajuste exigido por Alemania, y acatado extrañamente (?qué tendrá que ocultar Sarkozy...?) por Francia, se hace imposible continuar. Lo que no alcanzo a entender es por qué los sesudos expertos alemanes no han alcanzado a medir el grado de interrelación de las economías europeas. ¿Puede resistir Alemania y Francia si se hunde Italia y España? Hasta Obama se ha puesto muy nervioso, y mis ya mentadas y denostadas agencias de calificación (ver post de julio) amenazas con  bajarle también a Estados Unidos hasta AAA-. Ha sido penoso ver a Van Rompuy y a Cardoso rendir cuentas en la Casa Blanca. Me avergüenzo como europeo.

Sinceramente, creo que el ex presidente González tiene razón cuando indica que Merkel nos lleva a la perdición, que Europa carece de un liderazgo efectivo y ambicioso. Ya no sólo es economía. No es época de cambios, sino que realmente es un cambio de época y los tozudos del Norte no lo han entendido. ¿Estamos aún a tiempo de salvarnos?